Hasta hace apenas unos siglos, la tradición oral era la principal herramienta para la transmisión de conocimientos. Con la escritura y la tecnología moderna, ese patrimonio intangible se conserva de manera más segura, pero en cierto modo han provocado una disminución de nuestra capacidad para retener con rapidez. ¿Te gustaría mejorar tu memoria musical? No te pierdas estos consejos.
Aprender letras de canciones forma parte de nuestra historia
Desde tiempos inmemoriales, los mitos y leyendas de los pueblos han pasado de generación en generación, transformados en canciones, y su perpetuidad dependía en gran medida de la memoria de quienes las cantaban. Por este motivo, quienes tenían la habilidad de memorizar una canción despertaban la curiosidad del resto del grupo que quería conocer los detalles de la historia que había conseguido retener en su recuerdo.
En la actualidad, aprender la letra de una canción tiene una finalidad casi siempre más pragmática, pero no por ello ha perdido ese toque de romanticismo de sus orígenes. Memorizar las notas de una partitura y la letra de una composición sigue siendo hoy una actividad muy creativa a la que los cantantes profesionales se enfrentan de manera habitual para poder desempeñar su trabajo de forma adecuada.
Memorizar una canción: enfoque y visualización
El método más adecuado para aprender letras de canciones es algo muy personal. Como en cualquier otra técnica de estudio, intervienen aspectos estrechamente relacionados con la personalidad del sujeto y con sus aptitudes a la hora de retener conceptos, sonidos y mensajes.
Pero más allá de estas particularidades que hacen que la memoria de cada cantante sea diferente, existen consejos infalibles que funcionan con la misma eficacia en todas las personas:
Escuchar la letra de la canción: parece algo obvio, pero no es lo mismo oír que escuchar. Cuando escuchamos prestamos atención de manera intencionada a ese estímulo sonoro y somos capaces de extraer la esencia del mensaje: ¿De qué habla? ¿A quién está dirigido? ¿Quién está cantando?
Extraer el alma de lo que escuchamos: consiste en dar un paso más allá de las palabras y llegar a ese lugar donde no opera el lenguaje, sino el sentimiento. ¿Qué emociones experimentamos al escuchar esa canción?
Música y letra, dos entidades independientes: sí, al final del proceso forman parte de la misma unidad, pero hasta que establezcas esa conexión, ¿eres capaz de pensar en ellas por separado? Es un buen método para averiguar si tu memoria funciona más rápido con la melodía o con la letra.
Mejor por escrito: cuando empieces a tararear sin problemas la música y las palabras se apelotonen en la punta de la lengua, lánzate a escribirlas. No importa que no recuerdes el orden exacto. Lo irás visualizando a medida que la canción resuene en tu memoria.
Sé un cantante mental: quienes cantan de forma habitual con la boca cerrada son quienes más facilidad tienen para aprender letras de canciones. La mente parece transformarse en una especie de karaoke y te permite enfocar la canción como si verdaderamente la llevaras escrita en el pensamiento.
¿Todos los cantantes aprendemos igual?
Los trucos de memorización que hemos citado son aplicables a todos los cantantes. Sin embargo, para que sean más efectivos es importante saber cuál es tu estilo de aprendizaje. De este modo puedes afinar mejor en la elección de tu método para memorizar una canción.
Estudiantes auditivos: son aquellos que memorizan mejor a través de los estímulos sonoros. Escuchar una y otra vez la canción les viene genial.
Estudiantes visuales: son rápidos a la hora de establecer una conexión entre imágenes y sonidos. Consiguen memorizar antes una canción cuando utilizan herramientas como los vídeos musicales o la asociación de ideas.
Estudiantes textuales: las letras se graban en su memoria como las páginas de un libro, pero para ello necesitan escribirlas de su puño y letra sobre un papel.
2 respuestas
muy buena gracias.
¡Gracias, Angeleny! 🙂