Resulta difícil pensar en el piano como una invención, puesto que es un instrumento que parece haber estado siempre ahí… Entonces, la pregunta obligada es ¿cómo es posible que el nombre de su inventor haya sido olvidado?
En Espai Coriveu nos sentimos orgullosos de lo que aprendes y, por este motivo, vamos a explicarte de forma muy breve la historia del inventor de este instrumento que, no es difícil entender por qué, cambió la música para siempre.
La invención del piano se le atribuye como único inventor a Bartolomeo Cristofori y el primer registro de piano aparece en el año 1700, aunque Cristofori pudo haber estado trabajando en él durante un par de años antes de esa fecha. El inventor se refirió a su instrumento como gravicèmbalo col piano e forte (clavecín con [sonidos] suaves y fuertes), por su capacidad para producir notas a distinto volumen en función de la intensidad con la que se presionan sus teclas. «Piano» es, pues, la abreviatura pianoforte.
El motivo por el que el nombre de este italiano nacido en 1655 en Padua, Italia, no va unido a cada piano existente es, en gran parte, un reflejo de su época durante la cual un genio no pasaba de ser un empleado más. Cristofori era un asalariado que trabajaba a las órdenes de Ferdinando de Médici, un príncipe italiano, gran melómano, que animó a su empleado a innovar y tuvo un peso significativo en la invención del instrumento.
No obstante, Cristofori había sido contratado para servir a la corte y no a la música y entre sus tareas se encontraba la de inventar, ajustar y restaurar instrumentos. Por este motivo, a diferencia de otros músicos que viajaban por las cortes reales y podían llegar a ser conocidos, Cristofori no pasó de ser un «producto local» que nunca fue visto como un genio revolucionario, sino como un experimentador talentoso.