Aquí comienza la segunda parte de nuestro artículo sobre el aparato fonador y su relación con el canto. Si no leíste la primera parte, puedes hacerlo aquí.
Aparato fonador y canto: todo lo que necesitas saber como cantante
En tanto que esta es su principal herramienta de trabajo, resulta especialmente importante que el cantante profesional conozca cómo funcionan los complejos mecanismos de la voz. Los aspectos de anatomía básica de los que hablamos en este y en el post anterior te ayudan a entender mejor qué sucede a nivel muscular cada vez que cantas, cómo es posible la emisión y modulación del sonido y, lo más importante, de qué manera puedes mejorar tu técnica vocal.
No solo debes aprender a cantar aprovechando todo tu potencial físico, sino que debes hacerlo de manera correcta y con todas las garantías de seguridad. Y, dicho esto, ¿cómo saber que lo estás haciendo bien? Sencillamente, porque tendrás tan interiorizado todo el proceso, que este se va a desarrollar de manera natural y sin que sientas que estás forzando tu anatomía para llegar a las notas más altas o a las más graves. Esto, entre otros aspectos, es lo que aprendes en Espai Coriveu.
Así funcionan los principales registros de voz
Durante tu formación como cantante profesional tienes que familiarizarte con una terminología específica en lo referido a los registros de voz. Ahora que ya conoces un poco mejor cómo funciona el aparato fonador, te será más fácil reconocer y ejecutar estos registros con algunos consejos útiles:
Voz de cabeza: es la que se utiliza para las notas agudas y se denomina así porque la vibración se siente en la cabeza. Durante la ejecución, las cuerdas vocales se hacen más finas, se estiran y permanecen juntas. Lo más importante es equilibrar la tensión de las cuerdas vocales con la cantidad de aire espirado, siempre ligeramente inferior que en el resto de registros, de tal manera que las notas surjan limpias y con la fuerza adecuada.
Voz de pecho: las notas más graves del registro de un cantante se dan a través de esta técnica que utiliza el pecho como caja de resonancia. Se trata de un proceso que en los hombres se produce de manera más natural, pero que también pueden poner en práctica las mujeres. No se debe confundir la vibración en el pecho con una verdadera nota de voz de pecho, ya que esta zona del cuerpo también vibra por solidaridad. Diferenciar ese tipo de temblor y saber controlarlo es la clave para empezar a manejar este registro.
Voz mixta: como su propio nombre indica, es una combinación de las dos técnicas anteriores con el objetivo de que las notas agudas tengan más potencia. Inicialmente se siente como una voz de pecho, pero a medida que el tono aumenta, la resonancia se traslada a la boca y al paladar blando. Esta técnica se utiliza de forma habitual en las notas puente o passagio e implica una masa cordal menor que en la voz de pecho pero mayor que en la de cabeza, que es lo que le proporciona potencia a las notas agudas sin que el tono quiebre y llegue a producirse el falsete.
Falsete: es la voz que más se aleja de nuestro tono natural y se manifiesta de forma débil y con mucho aire. No se trata de un error de canto, sino de una alternativa muy práctica en determinadas situaciones. Incluso hay estilos que se caracterizan principalmente por el uso constante del falsete. En estos casos, hay que ser bastante cuidadosos porque el abuso del falsete acelera la deshidratación de las cuerdas vocales y eso puede acarrearte serios problemas. Lo ideal es encontrar una manera equilibrada de pasar de la voz de cabeza al falsete, algo que en ocasiones, algunos cantantes lo hacen de manera natural e instintiva.